martes, 25 de mayo de 2010

Los Siguientes 5 Kilometros parte 2/2

Crónica by Pipen

Los siguientes 5k
Seguía subiendo por una de las partes más difíciles del recorrido. En cada curva aprovechaba los pocos centímetros planos para "descansar". El calor cada vez estaba más fuerte, pero afortunadamente ya había ingresado a la sección arbolada. Un letrero anunciaba que estaba pasando el kilómetro 8.
Más adelante un pequeño tramo técnico requería concentración y potencia para poder pasarlo. Pero justo en esa parte nos juntamos 3 ciclistas que estábamos compitiendo y 2 más que estaban pasando por ahí. Se hizo un embotelladero que mejor decidí bajarme de la bici y subir corriendo para no perder más tiempo. Recuperar el ritmo fue el paso siguiente.
A partir de ahí el terreno se vuelve un poco más amable, lo que me permitió acelerar, bajarle segundos al reloj y rebasar a dos competidores. A lo lejos, en el horizonte, la torre 1 era testigo de los 'sprints' que cada ciclista hacía para llegar a la meta.



Torre 1

Los últimos 800 metros tienen una inclinación considerable que frena la velocidad que se había ganado en la parte plana. Es el momento para sacar lo que resta de energía y hacer un esfuerzo generalmente de pie. Sentía que se me quemaban las piernas pero algo tiene la línea de meta que hace que se te olvide el dolor y sigues pedaleando.
55 minutos marcó mi reloj... 3 minutos menos de mi récord personal. En general quedé satisfecho con el resultado pero yo sé que aún queda mucho por mejorar: la persona que ganó en nuestra categoría hizo 44 minutos, y el ganador general hizo 39.

Regreso

Después de un breve tiempo hizo su entrada triunfal el Panzer. Un excelente esfuerzo, tan sólo a 30 segundos de diferencia. Pero esa capacidad para trepar no fue coincidencia, en tan sólo unos meses la desarrolló a base de entrenamientos específicos.
Con Gatorade en mano nos sentamos a platicar con Óscar Loya de Perros MTB crew y un compañero de Cámara Rodante (el ganador de la categoría). Bajo un pino reforestado esperábamos al Caxca para bajar juntos, pero un ciclista que llegaba nos avisó que nuestro coqueto coequipero había tenido problemas con su desviador desde el kilómetro 2, por lo que tuvo que abandonar la carrera. Una verdadera mala noticia.
Nos hicimos el ánimo y regresamos a una velocidad muy relajada. En el toldo primate nos esperaban el Master y la familia Caxca. Les platicamos nuestra chocoaventura mientras esperamos los resultados para ver si de perdida nos ganábamos unos calcetines. Pero esperamos, esperamos y seguimos esperando. Los jueces estaban sacando los cálculos de los tiempos finales y al parecer los estaban revisando varias veces para estar seguros. Hasta que finalmente pudimos conocer a los ganadores de todas las categorías.
Esa tarde salimos de ahí sin premios, asoleados, un poco deshidratados y con hambre, pero con la confianza de contar con el apoyo de los coequiperos y sus familias. Con el firme propósito de seguir entrenando para reducir nuestros tiempos, y el siguiente año hacer 52 minutos, 44 o quizás 39; finalmente cada quien se marca sus metas "imposibles".
 

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