Aquí les dejo lo que publicó dicho periódico....
El Bosque de La Primavera está repleto de venas secretas para los ciclistas de montaña
Informador Redacción / BNP /El Informador/12-03-10
La Ruta del Dinosaurio lleva a las zonas más tupidas de encinos. La Mosca es la más transitada, con sus curvas que simulan el vuelo del insecto. El Espinazo del Diablo es apenas para los que soportan el estrés de bajar en zigzag.
La Pista del Cougar debe su apodo a un carro abandonado y desmantelado que sirvió de referencia para iniciar un recorrido. Los Postes de Tala es de las más divertidas y atraviesa el Área Natural Protegida. La lista continúa para que cada deportista desaparezca de la ciudad por unas horas.
Después de la primera pedaleada, casi nadie se resiste a que el bosque se convierta en su adicción. Víctor, Toribio, Isabel y Arturo integran el equipo Primates y asisten regularmente a La Primavera. Poco después de las 10:00 horas terminan su visita, porque se preparan para una competencia.
En una charla colectiva, amontonan sus elogios hacia el bosque: “Nos encanta perdernos porque no vemos nada de gente, todo es natural, huele divino”; “De repente vas por un camino de obsidiana, por ríos de agua caliente y agua fría. Oler distintos tipos de pino, de vegetación”; “Son sitios a los que no llegas ni en moto ni en carro”.
La ruta preferida de Isabel es Torre 2, porque sube a los puntos más altos de La Primavera, desde donde se ve la “inmensidad” del bosque. “Es de las más bonitas porque vas cubierto de árboles y al salir a los claritos observas lo que ya subiste. Pedaleas con mucha sombra y no ves nada más que cerros, árboles; es un paraíso”.
Víctor, en cambio, prefiere El Dinosaurio, porque llega a zonas más restringidas de La Primavera.
—¿También hay riesgos en el Bosque?
—Con los animales debemos ser muy respetuosos. Una vez encontramos un venado y al vernos corrió. Pero también nos topamos con unos jabalíes y les empezamos a tomar fotos, a uno no le gustó y comenzó a bramar, así que nos fuimos. Luego nos enteramos que al sacarles la vuelta te pueden arrancar un cachito. Y pues también ha habido muertos, por accidentes graves de este deporte.
Gerardo Langarica, entrenador de la Selección Jalisco de Ciclismo de Montaña, explica que hay alrededor de 25 grupos afiliados a la Liga, que agrupa a alrededor de 400 deportistas.
Relata que este deporte es novedoso en México (inició para competidores y ahora lo practican familias) y que el Bosque La Primavera ofrece además de los paisajes, recorridos largos imposibles de tener en los parques de la ciudad.
Y aunque perderse en los rincones de los árboles es fascinante, antes de dar la primera pedaleada —advierte Langarica— se requiere tener condición física, porque la geografía de La Primavera puede provocar que se le pare el corazón a cualquier sedentario.
PARA SABER
De acuerdo a la Dirección General del Bosque La Primavera, sólo existen dos rutas autorizadas: la de La Venta y Agua Brava, de seis mil 847 y ocho mil 250 kilómetros. Esto para no dañar el Área Natural Protegida y no ingresar a áreas riesgosas.
Actualmente, no se permite la entrada a ningún deportista sin casco y guantes.
La Pista del Cougar debe su apodo a un carro abandonado y desmantelado que sirvió de referencia para iniciar un recorrido. Los Postes de Tala es de las más divertidas y atraviesa el Área Natural Protegida. La lista continúa para que cada deportista desaparezca de la ciudad por unas horas.
Después de la primera pedaleada, casi nadie se resiste a que el bosque se convierta en su adicción. Víctor, Toribio, Isabel y Arturo integran el equipo Primates y asisten regularmente a La Primavera. Poco después de las 10:00 horas terminan su visita, porque se preparan para una competencia.
En una charla colectiva, amontonan sus elogios hacia el bosque: “Nos encanta perdernos porque no vemos nada de gente, todo es natural, huele divino”; “De repente vas por un camino de obsidiana, por ríos de agua caliente y agua fría. Oler distintos tipos de pino, de vegetación”; “Son sitios a los que no llegas ni en moto ni en carro”.
La ruta preferida de Isabel es Torre 2, porque sube a los puntos más altos de La Primavera, desde donde se ve la “inmensidad” del bosque. “Es de las más bonitas porque vas cubierto de árboles y al salir a los claritos observas lo que ya subiste. Pedaleas con mucha sombra y no ves nada más que cerros, árboles; es un paraíso”.
Víctor, en cambio, prefiere El Dinosaurio, porque llega a zonas más restringidas de La Primavera.
—¿También hay riesgos en el Bosque?
—Con los animales debemos ser muy respetuosos. Una vez encontramos un venado y al vernos corrió. Pero también nos topamos con unos jabalíes y les empezamos a tomar fotos, a uno no le gustó y comenzó a bramar, así que nos fuimos. Luego nos enteramos que al sacarles la vuelta te pueden arrancar un cachito. Y pues también ha habido muertos, por accidentes graves de este deporte.
Gerardo Langarica, entrenador de la Selección Jalisco de Ciclismo de Montaña, explica que hay alrededor de 25 grupos afiliados a la Liga, que agrupa a alrededor de 400 deportistas.
Relata que este deporte es novedoso en México (inició para competidores y ahora lo practican familias) y que el Bosque La Primavera ofrece además de los paisajes, recorridos largos imposibles de tener en los parques de la ciudad.
Y aunque perderse en los rincones de los árboles es fascinante, antes de dar la primera pedaleada —advierte Langarica— se requiere tener condición física, porque la geografía de La Primavera puede provocar que se le pare el corazón a cualquier sedentario.
PARA SABER
De acuerdo a la Dirección General del Bosque La Primavera, sólo existen dos rutas autorizadas: la de La Venta y Agua Brava, de seis mil 847 y ocho mil 250 kilómetros. Esto para no dañar el Área Natural Protegida y no ingresar a áreas riesgosas.
Actualmente, no se permite la entrada a ningún deportista sin casco y guantes.
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