"CRÓNICA DE UN REGRESO ANUNCIADO"

Writed by Pipen:

Pipen, despues de la caida en "Pico Azul" Foto: Daniel Alba

El 15 de Noviembre de 2009 me rompí el codo en el Marathon MTB de Pico Azul en Morelia y no sabía el tiempo que duraría sin practicar el ciclismo; En ese entonces era optimista y me veía en unas cuantas semanas otra vez rodando por el bosque, trepando cerros sobre mi bicicleta. Pero la realidad fue otra: 3 meses en reposo y rehabilitación.

Pero no todo estuvo tan mal, fue una etapa para reflexionar sobre mi accidente, para conocer gente valiosa en la clínica de rehabilitación, para aprender más sobre mi cuerpo y sus reacciones, pero sobre todo para encontrar la manera de dar salida a toda la energía que se acumulaba por este periodo "estático", ya sea en el trabajo, leyendo varios libros o buscando otras actividades deportivas que no agravaran la lesión. Así fue como estuve el último mes de mi rehabilitación corriendo, incluso algunos días con la férula en mi codo. Esto me hizo mantener mi condición física en un estado no tan malo y me dejó listo, hasta cierto punto, para mi reencuentro con la bicicleta.

Por fin este sábado, 13 de Febrero de 2010, se llegó el momento de ponerme el uniforme Primate de entrenamiento. Mientras revisaba mi bicicleta me preguntaba como me iría en mi primer día de entrenamiento. El Master, puntual como siempre, pasó a mi casa para cargar la bicicleta en su camioneta y dirigirnos a Postes, lugar de salida del primer entrenamiento con miras a la última fecha del Duathlon Buff-Xterra. La emoción de subirme a la bicicleta tuvo que esperar 1 hora con 25 minutos, tiempo que nos tomó correr el circuito de más de 10 Km. Comenzamos por el 8 y medio, una subida empinada, pero nada que no pudimos superar, después nos dirigimos a la Cebada para infiltrarnos en el bosque y regresar por la parte del Autódromo. Una carrera tranquila que sirvió para platicar con el Master, reír y recordar las bromas que se hacen en el equipo.

El Doc nos esperaba en el estacionamiento, quien ya estaba sobre su bicicleta e impaciente por pedalear. Llegamos a la camioneta y nos cambiamos los tenis por las zapatillas con grapas, unos tragos de suero y ya estábamos rodando hacia la Torre 1. Fue una subida increíble, especialmente por la sensación de libertad y el gusto de estar de nuevo en una de las actividades que considero más apasionantes. Por si fuera poco, ese día el cielo estaba tan limpio que alcanzamos a ver la cima blanca del Nevado de Colima. ¿Qué más se podía pedir para un regreso? 

Después de coronar Torre 1, siguió la verdadera prueba para mi codo: los descensos hacían que la mayor parte de mi peso recayera sobre los brazos y poco a poco apareció un dolor en la articulación. Tuve que disminuir la velocidad y tomarlo con calma. El Master y el Doc me esperaban cada cierta distancia para ver que todo fuera bien; en realidad esta muestra de compañerismo me dió muchos ánimos y pude terminar sin ningún contratiempo.

Después de esta rodada "de prueba" me quedó claro que sigo en rehabilitación y tengo que pedalear todavía un buen rato para alcanzar un mejor nivel. Por otro lado redescubrí la importancia de pertenecer a un equipo y sentir el apoyo de los compañeros que me impulsan a seguir adelante, a recuperar la condición física e incluso que me motivan a superar las metas del año pasado, las que logré antes del accidente.

P.D. Un agradecimiento a todos los Primates que estuvieron al pendiente de mi lesión con llamadas y correos. Y un agradecimiento especial a Brenda que me regaló un casco nuevo, ya que el anterior cumplió su cometido de manera exitosa.