jueves, 21 de octubre de 2010

Balance del Hierro en el Deporte.


Las funciones del hierro se derivan de su particular estructura electrónica, participando en reacciones de óxido – reducción y en el transporte de oxígeno a los tejidos para mantener la respiración celular. La hemoglobina capta oxígeno de los pulmones y lo cede en los tejidos, donde es utilizado para oxidar substratos y obtener energía.



Es ampliamente conocido que la práctica de la actividad física se acompaña de adaptaciones y modificaciones hematológicas en el deportista. Es de sobras conocido que unas cifras carenciales de hierro en el organismo de un deportista va a poner en peligro su máximo rendimiento.

Numerosos estudios constatan que los valores de la concentración de hematíes, hematocrito (Hto), y hemoglobina (Hb), disminuyen tanto en atletas masculinos como femeninos. Siendo estos valores promedio más acusados en los atletas de resistencia aeróbica, y dentro de ellos, los valores más bajos corresponden al grupo de los maratonianos. Pero mientras que en los hombres el descenso es progresivo, en las atletas constatamos que la disminución es mucho más acusada, sobre todo en las que practican deportes de medio fondo.

Estas diferencias porcentuales entre hombres y mujeres en todos los parámetros hematológicos relacionados con el transporte de oxígeno, además de la influencia de las pérdidas menstruales, indican que los deportistas masculinos poseen una mejor respuesta hematopoyética, posiblemente debida a factores hormonales (testosterona, eritropoyetina etc.). Deducimos de los múltiples estudios realizados que la población deportista femenina posee una mayor incidencia de procesos hemolíticos, pérdida de hierro y anemias megaloblásticas.

Múltiples estudios indican que el entrenamiento de resistencia provoca una menor concentración de hematíes en sangre circulante, debido fundamentalmente a déficit de hierro, pero también debido a un aumento de la hemólisis intravascular. Esto puede explicar las tasas elevadas de bilirrubina en sangre en los deportistas de fondo. Al romperse los hematíes, la hemoglobina se escinde en sus dos componentes: el grupo protéico de la globina y el grupo hemo, del que su componente de hierro es reutilizado, y el resto de hemo se metaboliza en biliverdina y posteriormente en bilirrubina.


Los factores de hemólisis más importantes implicados en los deportistas los podemos resumir:

  • En los deportistas aeróbicos la ruptura de hematíes de forma continuada por la hiperpresión producida en los capilares de los pies.
  • Los hematíes soportan muy mal los incrementos de temperatura corporal repetidos y continuos producidos por el ejercicio permanente.
     
  • El incremento de la velocidad de la circulación sanguínea provoca un mayor y más intenso choque entre los hematíes, favoreciendo la ruptura de sus membranas y su destrucción.
  • Este mismo incremento facilita que los hematíes pasen más veces por sus lugares fisiológicos de destrucción (bazo), incrementando su probabilidad de destrucción.
     
  • El aumento de adrenalina propio del estrés del ejercicio tiene un efecto sobre la membrana del hematíe aumentando su fragilidad, aumentando su tendencia a romperse.
  • Existen estudios que demuestran un aumento de pérdida sanguínea por heces en atletas que practican deportes de larga duración.

La conclusión de que unas cifras carenciales de hierro en el organismo de un deportista va a poner en peligro su máximo rendimiento es de sobras conocido, por lo que se impone una vigilancia permanente de sus constantes y asegurarnos un aporte adecuado o preventivo tanto en su dieta como por medio de aportes extras que garanticen una normalidad, y en definitiva, un grado máximo de oxigenación de su estructura muscular.

Pero para que la respuesta hematopoyética sea normal no es suficiente un aporte exclusivo de hierro, sino que éste debe de ir acompañado de cofactores vitamínicos de asimilación y fundamentalmente de vitamina B-12 y ácido fólico, ya que los déficit de estas vitaminas (B-12 y ácido fólico) por la propia actividad del deportista favorecen la fragilidad de la membrana del hematíe.


Ácido Fólico.
Definición breve




Anteriormente conocido como vitamina B9, este compuesto es importante para la correcta formación de las células sanguíneas, es componente de algunas enzimas necesarias para la formación de glóbulos rojos y su presencia mantiene sana la piel y previene la anemia. Su presencia está muy relacionada con la de la vitamina B12.

El ácido fólico se puede obtener de carnes (res, cerdo, cabra, etc.) y del hígado, como así también de verduras verdes oscuras (espinacas, esparragos, radiccio, etc.), cereales integrales (trigo, arroz, maiz, etc.) y también de papas.

Su carencia provoca anemias, trastornos digestivos e intestinales, enrojecimiento de la lengua y mayor vulnerabilidad a lastimaduras.

Este ácido es administrado a pacientes afectados de anemia macrocítica, leucemia, estomatitis y cancer.

Los excesos no parecen demostrar efectos adversos, y ante su aparición dada su hidrosolubilidad, su excedente es eliminado por vía urinaria.









Definición extendida:


Descubierta en los años 40, el ácido fólico es considerado como una vitamina hidrosoluble que pertenece al complejo B. También se lo conoce como folacina o folatos cuya etimología proviene del latín 'folium' que significa hoja.

Esta vitamina es fundamental para llevar a cabo todas las funciones de nuestro organismo. Su gran importancia radica en que el ácido fólico es esencial a nivel celular para sintetizar ADN (ácido desoxirribonucleico), que trasmite los caracteres genéticos, y para sintetizar también ARN (ácido ribonucleico), necesario para formar las proteínas y tejido del cuerpo y otros procesos celulares.



Por lo tanto la presencia de ácido fólico en nuestro organismo es indispensable para la correcta división y duplicación celular.

Los folatos funcionan en conjunto con la vitamina B12 y la vitamina C en la utilización de las proteínas. Es importante señalar que el ácido fólico es básico para la formación del grupo hemo (parte de la hemoglobina que contiene el hierro), por eso esta relacionado con la formación de glóbulos rojos.

El ácido fólico también brinda beneficios al aparato cardiovascular, al sistema nervioso, y a la formación neurológica fetal entre otros. Dada su gran importancia para el ser humano, muchos de los alimentos que hoy consumimos llevan ácido fólico adicionado.

Este ácido se forma en el intestino a partir de nuestra flora intestinal. Se absorbe principalmente en el intestino delgado (yeyuno), luego se distribuye en los tejidos a través de la circulación sanguínea y se almacena en el hígado. Se excreta por orina y heces.







Funciones del ácido fólico (vitamina B9)



-Actúa como coenzima en el proceso de transferencia de grupos monocarbonados,


-Interviene en la síntesis de purinas y pirimidinas, por ello participa en el metabolismo del ADN, ARN y proteínas.

-Es necesario para la formación del células sanguíneas, mas concretamente de glóbulos rojos,



-Reduce el riesgo de aparición de defectos del tubo neural del feto como lo son la espina bífida y la anencefalia,


-Disminuye la ocurrencia de enfermedades cardiovasculares,


-Previene algunos tipos de cáncer,


-Ayuda a aumentar el apetito,


-Estimula la formación de ácidos digestivos.



 

Fuentes de ácido fólico

Fuentes de origen animal: se encuentra presente en niveles muy bajos en el reino animal.

Lo encontramos en el hígado de ternera y pollo, en la leche y sus derivados.


Fuentes de origen vegetal: el reino vegetal es rico en esta vitamina. Las mayores concentraciones las encontramos en: legumbres (lentejas, habas soja), cereales integrales y sus derivados, vegetales de hoja verde (espinacas, coles, lechugas, espárragos), el germen de trigo, y las frutas (melón, bananas, plátanos, naranjas y aguacate o palta entre otros.)


Suplementos: los comprimidos de ácido fólico deben tomarse siempre bajo supervisión medica y en situaciones donde el medico lo indique.


Con la manipulación de los alimentos, se puede llegar a perder o destruir más de la mitad del contenido natural de ácido fólico. Se destruye con las cocciones prolongadas en abundante agua, con el recalentamiento de las comidas y también con el almacenamiento de los alimentos a temperatura ambiente.


Entonces siempre convendrá comer crudos todos aquellos alimentos que así lo permitan, cocción breve (al vapor) y guardarlos en la nevera.

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