¿Pedalear solo por pedalear?

Más que una crónica es una anecdota de lo vivido el pasado sábado y un recuento de los daños desde que tuve la dicha de toperme con la gente que hoy pedalea a mi lado... Con dedicatoria especial para todos ellos

- "No" escuche rotundamente en mi cerebro algo que contesto tajantemente esa mugrosa pregunta, y esque desde un inicio nunca pude hacerlo por el estado físico deprorable en el que me encontraba cuando me reinicie en este deporte y por la capacidad física primero de nuestro guía en se entonces, hoy director deportivo y segundo el estado físico de mis coequiperos... Nunca pude pedalear solo por pedalear, sino que tenía que hacerlo cada vez más rápido y con un sufrimiento enorme tanto muscular como pulmonar, el óxigeno que tragaba era apenas el indispensable para no caer derrotado en pleno ascenso a Torre 1 por no decir en pleno ascenso al 8 1/2", y cualquier planicie por pequeña que esta fuese era una oportunidad para dejar de pedalear, recuperar un poco, respirar profundo, manener el equilibrio y continuar...

6 meses de sufrimiento puro fué lo que viví al lado de mis estimados primates, que siempre se detenian a preguntar ¿como vas? -("que no ves que me estoy muriendo hijo de la gran ch...., que no vez que sufró al intentar alcanzarlos, que no ves que si me agito un poco más me dará un paro cardiaco...") -"bien" - solo podía contestar, voy bien, adelantense, no se detengan...6 meses que pense en renunciar mas de una vez...

Pasarón esos 6 meses y el sufrimineto no desapareció, pero los avances por imperceptibles que estos fueran, eran motivo suficiente para poner cada vez más empeño y no renunciar a todo esto que ya se estaba cocinando. Algunas veces las personas cercanas a mi me decian: -"que loquera es esa de destrozarte metiendote una paliza de 6 horas en bicicleta, tu no eres para eso"- y al tiempo siguiente ya me encontraba de nuevo encima de mi corcel y mientras pedaleaba me decia -"con amigos como ese, ¿quién necesita una madre?".

Retornando al punto de partida nunca supe pasear, ni cuando el terreno invitaba a disfrutar de un hermoso descenso con un cielo azul de cubierta, siempre era contra corriente y aún de bajada tenía que seguir pedaleando para no retrasarme más, la mayoría del tiempo me quemaba todo el aparato motriz, desde el empeine, pantorrila, muslo y nalgas, en ese momento bajaba un poco el ritmo, solo lo suficiente para llevar un poco más de óxigeno a los musculos me ponia de pie sobre mis pedales para desentumir un poco el perineo y demas chucherias que traemos por allí, pero no dejaba de pedalear.

Cuando llegaba a casa y tomaba una ducha recordaba con una sonrisa malevola lo bien que se sentía el ardor en las piernas cuando el terreno marcaba las pendientes en contra, cuando había que trepar a como diera lugar, aunque al fin de semana siguiente volviera a blasfemar por ir de subida en cualquier ruta que se haya trazado con anterioridad, la mayoría de la gente prefiere las pendientes a favor, la adrenalina de ir esquivando obstáculos al pormayor, dando uno que otro salto y no tocar la palanca del freno mas que cuando de verdad sea necesario, más que por algo de miedo o duda ante un trayecto sinuoso y de terreno confuso... no es mi caso, en el ascenso todo se juega en una carta y no hay oportunidad de lucirse, es inutil tomar una postura de resistencia al viento menor, aquí eso no vale, cuando trepas todo debe ser uno: Piernas, Pulmones, Mente y Corazón, y si no puedes con un montonsito de rocas: fracaso, podrás terminar en buen tiempo tu trayecto de ascenso, pero tu mente se encargara de decirte que no lo hiciste en una sola etapa, que has fallado una vez más...

El sábado me pasó de nuevo, todo iva bien hasta que tuve que bajar por falta de potencia en un tramo que ofrecía muchisima resistencia y habilidad, mi cuerpo envenenado de cansancio me respingó, no lo escuche y lo trepe de nuevo a la bici, hay por allí quién dice que lo importante es llegar, alcanzar el destino, pero para mi ya no es válido el "cualquier ritmo" mucho menos cualquier actitud, puedo perdonarme subir lentamente, pero no con cualquier actitud, no sin sudar, rindiendose a la apatia y a la derrota anunciada, eso no soy yo, eso no es un Primate.

El sábado voltié a mitad del reto, voltié y me encontre solo, el que iva delante de mí ya no estaba, pero bueno el que iva detras tampoco, cambié de plato, cambié de ritmo vi lo alto de la trepada y sonrei, me convencí que dolería y que disfrutaría de ese dolor, ante la ultima parte tan recta como inclinada el ultimo kilometro de la primera parte de uno de muchos retos que tendremos si queremos ser mejores, sin curvas para recuperar, sin cambios de desnivel "Una escalera al cielo sin peldaños" 15 minutos, si 3 minutos le habia bajado de la ultima vez que vine aquí, pero mi cuerpo me lo cobraría más delante, ya que al llegar al ascenso a punto de control, me quede sin platos ni piñones, era lo mas bajo en el escalon de pedalazos y senti que venía en la combinación más pesada, me lvanté de mi asiento, mire mi cubierta delantera, y comenze a balancearme al ritmo del pedaleo, el punto más importante en mi preparación era ese, llegar allí y tomar un tiempo pero... 20 metros mas adelante me desplome sobre el sillín, una gota de sudor de mis ojos recorrio mi mejilla empolvada y por obra divina llegue al punto de control, quede sordo, y un zumbido sacudia mi cabeza, el ataque de ácido láctico nuevamente disfrutable no pasaba seguía cada vez mas intenso y eso me preocupo, pero más que eso llegar allí y no ver a mi gente me impaciento más, -"Panzer en punto de control, hacia donde se fuerón"- pregunte por el radio, el Master contestaba pero mi sordera me impedía entender algo, mi cabeza se puso pesada y a una orilla del sendero regrese lo poco que habia desayunado... el daño estaba hecho, mi cuerpo molido y destrozado no respondío más...

Ante esta situación mis coequiperos completos aún, cambiaron los planes, cosa que me frustro aún más, ya no solo me habia hecho trizas yo, sino que contra todo lo que se había dicho, movierón el plan de trabajo y me llevarón a un lugar hermoso dentro del bosque, un lugar que hubiera disfrutado mas, de no ser por que la temblorina de los brazos y de las piernas apenas me dejaba controlar mi bicicleta hidroformada... Hoy caí, y caí con la jeta en el polvo del camino, exhausto, abatido, adolorido, mi garganta cerrada por completo apenas me dejaba pasar un trago de bebida isotónica de la cual por cierto ya no traia nada faltando aun 6 kilometros para terminar, al final terminé, como haya sido pero lo hice, llegue a casa tome nuevamente mi ducha, me sente en el sofá de mi habitación, tome un par de ibuprofenos y caí dormido, y al dormir tuve un sueño, soñe que pedaleaba hasta el final...