viernes, 31 de agosto de 2012

becoming one "SALVAJE" La Chupinaya 2012

Salvaje, con este título se puede describir la principal característica de un animal no domesticado, furioso, audaz, intrépido y demás...

Salvaje, será quizá la mejor forma de darle descripción a lo que cada uno de los corredores que participarón en la Chupinaya logró.

5:30 mi despertador suena como siempre, como si fera ir a nadar (idiota olvide cambair la hora)... por lo que decido darle una horita mas a mi nervioso e incómodo cuerpo.
6:30 ahora sí, recuestate de costado, y enderezate siguiendo las indicaciones de tu fisioterapeuta de nunca levantarse de frente, siempre de lado cuidando la posición de la espalda.

Me quedo un momento ahí mirando mis Salomon XT Wings bastante desgastados ya con la incertidumbre de si usar estos muñecos que tan bien han funcionado o experimentar con los Cascadia 6 de Brooks, si de esos con los que corre el Cejon y el Master.

Bastante tarde ya es, para tratar de tomar una decisión que nos pudiera llevar al fracaso: Salomon, no se diga más.

Meto los tennis a la maleta, junto con todo lo necesario, portanúmero, mochila de hidratación, en fin, que no falte nada para la ultima gran batalla del año, salgo de la habitación sigilosamente para preparar mi licuado de manzana, plátano y avena, avena mucha avena.

Tomo mi licuado mientras camino por la sala, no me puedo sentar, las piernas se molestan si lo hago, las pulsaciones no son las normales de un día cualqueira, estas estan un tanto cuantoa celeradas. Por fin mi Anel se levanta para preparar su mochila, cámara fotográfica, electrolit, y algunas chiucherías más tradicionales de una mujer con las que siemrpe cargan vayan a donde vayan, pero que me importa, ella estará ahí una vez más, con todo y dolores molestias y demás malestares que el nuevo Chimpancé de incubadora le ha estado ocasionando.


Partimos los 4, Anakin esta vez no podría acompañarme puesto que tenía una cita agendada ya con sus abuelitos, esta vez solo Anel y Kilian estarían presentes para acompañar sisícamente al malo pero aferrado Panzer.

En el Chevrolet gris que nos transporta suena canciones de Iron Maiden.... "Run to the Hills" no puede faltar... también suena fuerte "Flight of the Icarus"...y  "666 the number of the beast", mientrás a lo lejos se puede apreciar el "Cerro Viejo" otro coloso imponente cubierto totalmente por nubes (como ha venido pasando hace semanas) y al frente lo mismo con la Chupinaya... esta también cubierta en su totalidad de nubes.


 
Llegamos al bonito pueblo de Ajijic, sede de una edición más de la Salvaje Chupiaya , tomamos un buen lugar para estacionarnos y justo a un costado del poblado, la Chupinaya sigue escondida, no se deja ver, como un depredador esperando el momento justo para saltar sobre su presa, inmensa en una nube de misterio que resguarda los peores temores para corredores pusilanimes que no tienen las agallas para enfrentarla... permanece ahí casí inerte, contrastando con lo que realmente es: un ente viviente, poderoso.... Salvaje.
 



En la plaza decenas de corredores ya dan la vuelta en el lugar, paso suave algunos, otros tirando sprints para elevar pulsaciones, Anel se acomoda en una de las jardineras del lugar y me tira una mirada de: "no me falles viejito", le dejo de momento mis cosas para unirme al numeroso grupo de corredores que calientan los músculos previo a la carrera, en el camino saludo a la legión de montañistas, guerreros implacables, soldados valientes, corredores incansables, ahi están todos: Arturo Gutierrez, el Xejón, el Sunday, Adan, Omar Guerrero, Ricardo Loyola, Trincado Rodro y hasta Ricardo Estrada ciclista elite del estado para sorpresa de muchos, por mencionar solo algunos y por supuesto mis Primates: Master, Terrible y Saulo, listos para la hazaña salvaje y Marce quién regresa a la montaña por segunda ocasión.

Pues ahí estamos, trotando a paso tranquilo con la postal de fondo de la monumental Chupinaya, los minutos corren y cada uno los maneja a su modo, bromas, audífonos puestos, pláticas, consejos, soledad, cobijo familiar.... en fin cada uno a su modo.







Al fin llaman a formacion, y la mayoría toma el lugar que cree que mantendrá durante toda la travesía, otros más incluyendo muchas mujeres tratan de posicionarse lo mas adelante posible, no se para que, pero bueno, ahí están.

En formación los gritos motivacionales no se quedan guardados, aplausos, vivas, porras mientras a nuestras espladas un "Ssssshhhhht" ruidoso deja salir el coete que estallará estruendosamente en las alturas como señal de salida "Puuuuumm" el estruendo hace eco en las calles de Ajijic y arrancan.

Centenares de corredores salen en desbandada, algunos a tope, otros m´ss trantando de engancharse de algún ritmo que les sea sostenible almenos hasta llegar a las faldas del cerro, y otros con paso sereno, concientes de que la mañana será larga y extenuante.
Yo salgo con mi coequipero Master acompañando a Marce en el centro, tratando de cuidarla de los primeros aventones y empujones; cruzamos la plaza y nos seguimos por las calles empedradas del poblado, 100 metros mas adelante, decido dejarlos para enfilarme hacia el cerro y cumplir con mi plan de vuelo, estiro la mano para estrechar la mano con Víctor, en señal de buena suerte para ambos.



 
Me enfilo lo más rápido que puedo hacia el coloso, no importa que me canse en demasía, ya el sendero lleno de gente caminando dará tiempo de respirar profundamente. En efecto así es, algunos corredores buscan el mejor camino para no mojar sus tennis, otros para no tropezar, los montañistas por donde sea, apenas ves un pequeño espacio y ahí te metes, como conductor de fórmula uno, otro pequeño espacio y adelantas otros dos lugares y así transcurre la primer media hora de carrera hasta llegar el muro de piedra, que es el primer gran obstáculo que estira un poco mas la liga de corredores amontonados que se ha formado.
 
Contiuamos un grupo que creo será el que me acompañara almenos el 70% de la carrera, los ubico a la perfección y aunque suene extraño tomo nota de su vestimenta, de su tamaño, musculatura, técnica para trepar, abastecimiento y actitud, algunos gritos se escuchan detrás, un joven grita casí cualquier cosa para mantener a este grupo motivado, algunos más, gritan buscando adelantar un poco más, yo solo pienso en que si son tan buenos, pueden subir por donde sea y no necesariamente por el camino.
 
 

Sigo adelantando lo más que puedo sin llegar a caer en la asfixía provocada por un sobresfuerzo, 2 o tres corredores con paso largo y luego retomo mi ritmo, también soy arrebasado por atletas intrépidos, de esos que no dicen nada, de esos que si saben y aprovechan el mínimo espacio para rebasar sin accidentarse ni aventar que tienen dominado el sendero completamente.
 
Llegamos a la primer bajada, ya los salvajes que tomarón la delantera la han dejado bastante lastimada, así como resbalosa, el camino se ve lesionado en un 80%, incluso hay tramos donde ya no existe tal y hay que hacer pequeños saltos con cierta precaución para no caer al barranco, mis suelas de inmediato se quedán sin dibujo, y es mi peso en el que confío toda mi seguridad para que al pisar el XT Wings se adhiera lo mejor posible a la superficie desgastada.
En la bajada soy dejado por varios corredores, demasiado intrépidos y ligeros contra lo que soy yo, solo pienso que debo seguir trabajando con ellos y continuo lo mayor concentrado posible para no caer y lastimarme. Se termina la primer bajada y conectamos con la cresta que nos llevará por una subida tan pesada como eterna hasta la sima de la Chupinaya, ahora si, no hay tregua, solo subir, subir, subir y seguir subiendo.

Durante este trayecto los corredores que no son montañistas comienzan a caer uno por uno, te los topas agarrados de un árbol tomando aire, o simplemente lo mas a la orilla del camino que la densa vegetación les permite, mientras los que seguimos en pié de guerra ninguno vacila en dar ánimos al corredor caído y continuar con rumbo fijo.

Pasan los minutos y quizá a 3/4 de camino de subida se escucha el segundo cohete, estruendoso como el que nos dío la salida... Ricardo Mejía ya llegó a la punta y se enfilará hacía los culumpios, mientras el resto de humanos normales, nos damos cuenta de lo lejos que estamos de las grandes glorias y continuamos nuestro paso firme pensativo almenos yo, por la enorme distancia que hay entre el primer lugar y el resto de nosotros.

Por fín una hora tantos minutos después coronamos la punta y no se ve nada, la nube sigue cubriendo la totalidad de esta zona, una dimensión desconociday tan hogareña para mi, una sensación de tranquilidad y paz totales.

Inician los columpios y con ellos "La zona del Delirio" como le nombro Rodrigo, "como que ya bajas pero no bajas, aquí las piernas flaquean enserio; mientras vienes subiendo la constante es la misma, es como hacer sentadillas o subir una escalera inmensa, tomas tu ritmo y no pasa nada, subes por que subes; pero aca la cosa cambia, en la primera bajada el muslo respinga, le cuesta sostenerte, se dobla invariablemente, luego casi al final de la bajada abres el paso para tratar de tomar algo de vuelo, que en mi caso, apenas cambia la pendiente de negativa a positiva y me siento de inmediato, como camión torton repleto de toneladas de bananos, y es aquí donde la prueba comienza, las subidas son cortas y durisimas, no importa que hayas subido ya un kilometro de desnivel, estas pequeñas cumbres de 30 o 40 metros te hacen mas daño que el kilómetro anterior, ya no puedo trotar nada en las subidas y en las bajadas apenas logro mantenerme erecto sin caer, tropezando en todos lados, sin caídas afortunadamente, cuando "Pum" de nuevo el tercer y último cohete, ese que anuncia que Ricardo Mejía campeon mundial de la especialidad en el 2006 ha llegado a la meta que poder, que Atleta.




4 Columpios dijeron, 4 bajadas y cuatro subidas y ahora si viene el descenso feroz... 4 columpios mis polainas pensaba mientras según yo ya iba en el 6to... o de plano ya no sabía contar, o mi mente me jugaba al estilo SAW, el caso es que me pareció un tramo tan largo como tedioso... no paraba de tomar agua, la mirada buscaba el camino de regreso a la plaza, sin encontrarlo aún y cuando por fín parecía que se asomaba, veía a la distacia a otro corredor que iva subiendo otra de las cumbres... demonios... respira, relajate un poco, pero no aflojes el paso que ya de por sí es muy lento... mantente, solo por favor mantente, negocia con tu cuerpo.... que te de más! mientras imágenes de gente querida que ha estado cerca de nosotros se me venían a la cabeza, gente que me ha apoyado con algo tan simple como un "buena suerte" hasta un "tu puedes con eso y más" gracias a todos ellos, pude salír lo mejor librado posible de la zona del delirio.




Llego a otro punto de abastecimiento..."treeees" grito con desesperación para que me surtan de 3 bolsas de agua... dos para refrescar mi cuerpo y una mas para ser absorbida instantaneamente, "ahora si, a bajar" grita uno de los organizadores que nos abastecen del vitál líquido... "ahora si Panzer... abrele"



Decír ábrele es sinónimo de bajar hecho la madre... así que cambiare la palabra: "Baja tan rápido como puedas" debido a que el camino estaba ya muy golpeado y resbaloso... los guantes que traía se sujetaban de todo cuanto se atravesaba, los culumpios habían terminado de estirar al grupo, ya solo traía 2 corredores atrás de mí y alacanzaba a devisar otros dos a lo lejos delante de mí.... caidas resbalones, golpes, sofocones fueron la constante, de repente uno y dos altetas me pasaron como venaditos, ligeros dando saltos entre las rocas, mientras yo mantenía pasos cortos y rápidos que pude alcanzar 4 corredores más a lo largo de la bajada, inclusive ya casí al final en la pared de piedra me tope con una de las corredoras mas respetadas por la legión montañista, nada mas y nada menos que la hermana de Ricardo Estrada, esto tengo que aceptarlo que me motivó a cerrar a tambor batiente, no fué sino hasta esos últimos 3 kilómetros que pude abrir el paso y arriesgar el físico para tratar de culminar la carrera lo mejor pósible... salí del sendero ileso y el empedrado que lleva a la plaza me dolío hasta los huesos... mi zancada fué insuficiente para evitar que me alcanzará, mi corazón comenzó a querer salir por entre mis costillas y terminé lo mejor que pude.... trate de calmarme un poco antes de llegar a la meta por que mis ojos empezaron a hacer vizcos... el aire me faltaba por metros cúbicos pero una voz interior tan dulce como alentadora me regreso a la vida, esa voz que me acompañó durante todo el camino, que me abrazó durante los momentos más duros y que me sostuvo cada que mi cuerpo cayó.


 
Fué mi primer competencia en esta gloriosa tierra, no apta para debiluchos; si bien es cierto ya la conocía bastante bien, siempre una competencia es totalmente diferente, ese día comprobé lo que se dice, "la Montaña ama a sus hijos"... respeta a nuestra madre, respeta a la naturaleza, respeta su magnificencia, su poder, su magnitud su salvajismo y ella simplemente te cuidará.

Gracias a toda la gente que ha seguido de cerca o de lejos todo este camino que ha sido realmente muy pesado, discusiones, peleas, disgustos, malos entendidos, conformismo, huevonería, vanidad,  egocentrismo, pero que no podía ser de otro modo, por que cuando las cosas se tienen que hacer bien, debe ser con el apoyo de, sin el apoyo de y a pesar del apoyo de.... solo así se escribe el legado de los grandes héroes..... con voluntad de acero, recordando que la gente que no puede hacer nada por ellos mismos siempre te dirá que tu tampoco puedes, la cosa es no dejar de creer.




Gracias por leer, nos vemos en la próxima.

 

2 comentarios:

JORDI M. dijo...

hola panzer, saludos desde cataluña !!

otra vez montamos la "CEBRIANENCA BTT 2012"

UNAS FOTOS
http://cebrianenca.blogspot.com.es/p/galeria-fotos.html

JORDI M. dijo...

Me encanto la cronica,enhorabuena.